Casarse en Invierno
El invierno se caracteriza por tener días más cortos y noches más largas, las temperaturas son más bajas y tiene menos horas de luz solar. Comienza con el solsticio de invierno, alrededor del 23 de diciembre, y termina con el equinocio de primavera, el 21 de marzo. Sin embargo, muchas veces se consideran invernales los meses enteros de diciembre, enero y febrero.
El invierno es una época de tranquilidad y recogimiento, además una boda en invierno, cerca de las fiestas navideñas se convierte en un bonito recuerdo. Se puede organizar una boda única, inolvidable, elegante y con mucho estilo usando elementos decorativos, como el fuego de una chimenea y/o juegos de luces. En esta estación se puede ahorrar mucho dinero en costes pudiendo llegar hasta un 50% de ahorro, y se pueden conseguir con mayor facilidad sitios que en otra época del año resultan prohibitivos. Incluso se puede realizar el viaje de novios hacia una zona más cálida.
La paleta de colores.
El color principal es el blanco, prácticamente monocromático, pero se pueden añadir azules (del cielo) y dorados (simbolizando el fuego y las fiestas navideñas).
Las localizaciones para las fotos de una boda en invierno pueden ser variadas, bien en la ciudad o bien en el campo, rodeados de nieve.
Los vestidos de la novia.
Preferiblemente serán de manga larga, muy favorecedores, pero también podrá llevar vestidos cortos, incluso con escote, combinándolo con un abrigo a juego. Algún gorro o estola para para cubrirse sería lo ideal.
El ramo de la novia, elegante y delicado al mismo tiempo.
El novio en invierno tiene una ventaja con respecto a las otras estaciones en relación a su vestimenta (ya sea chaqué, traje de chaqueta u otro tipo) y es que le estorbará menos, es decir, pasará menos calor que en las otras estaciones.
La vestimenta de las invitadas, puede ser de manga corta o larga, pero siempre eligiendo un buen abrigo que la resguarde del frío.
El lugar ceremonia, en invierno será más íntimo y recogido, que el resto de las estaciones.
La decoración de las mesas resulta muy acogedora, con luces blancas resplandecientes y velas.
Estaría formada por diferentes tipos de candelabros, velas, luces...
Y para que los invitados se encuentren cómodos sería muy adecuado disponer de un sitio acondicionado donde puedan charlar, relajarse, y/o tomar un aperitivo antes de la comida o cena.
Las tartas en invierno se caracterizan por su simplicidad y elegancia, aunque no por ello hay que renunciar a incluir algún detalle invernal en ellas.
Y las invitaciones... muy acordes con la estación...
Eva Sánchez
infobodasyeventos@gmail.com
